RAP.

Sus letras.
Es impresionante que en una media de tres minutos se lleguen a decir tantas verdades.
Increible que sea la forma de vida de tantas personas.
Bastante probable que sea la misma vida de otras muchas.
Tres siglas que siempre nos van a acompañar a sus amantes secretos, que lo gritan a
los cuatro viento.
Revolución, actitud y poesia. Nacido en la calle para darse a conocer en ella.
Su ritmo.
Sería incapaz de no alzar la mano al escucharla. De no saltar en los mejores temas.
Desde Nasta hasta Nach. Desde Sharif hasta Jona. Desde El Chico de Fuego hasta
SFDK. Desde Rapsusklei hasta Zpu. Desde Desplante hasta Sharif.
Y también, en nuestra enorme familia, las chicas participan dándolo todo.
Su fuerza.
No hay discriminación, luchan contra ella. Ni juicios.
Tampoco se entiende de machismo ni femenismo.
No hay racismo y mucho menos falsedad.
Porque en esto del Rap, no hay puertas cerradas.
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