Pienso clavarte la mirada en tus ojos.
Mandaré a mis labios de excursión por tus orejas
susurrando palabras y sonidos.
Me volveré muda, hablándote con las manos que
son las que mejor se entienden.
Para el reloj.
No importa la hora que sea... Si es de día o es de
noche a nosotros nos debería dar igual.
Las estrellas las veremos igualmente, y el calor del
sol nos cocerá a fuego lento.
Súbete conmigo a la montaña rusa del amor, donde
el ritmo lo marca los latidos de nuestros corazones
al sentir esta sensación.
Donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es
dejarnos llevar, y punto.
Donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre.
Porque eso es lo que me apetece hacer hoy.
Amarte lento.
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